Los Andes y como nos podría salvar del COVID-19
- NCubierto
- 13 jun 2020
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Dos investigaciones científicas hallan en las zonas andinas varios factores que podrían ser claves en la lucha contra la pandemia: la altura y los anticuerpos de las llamas.

El pasado 2 de abril, en medio del frío andino, el doctor Reynaldo Morales, médico intensivista del Seguro Social del Perú, recibió en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Lorena del Cusco a un paciente británico de más de 80 años. Tenía problemas para respirar y al parecer había llegado solo a esta ciudad para hacer turismo, cuando fue atacado por el covid-19.
Cinco días después, a pesar de la ayuda de la ventilación mecánica, falleció. No encontraron a ningún amigo ni familiar suyo en la ciudad, y ni siquiera a través de la embajada del Reino Unido en Lima, por lo que fue cremado apenas en presencia de los fiscales encargados. Días antes, habían sucumbido ante la enfermedad un ciudadano chino y otro mexicano.
La hipoxia es la falta de aire, eso que le falta a los pacientes más graves del covid-19 o a muchas personas que suben a más de 2.500 metros sobre el nivel del mar, sufren lo inenarrable y hasta necesitan un balón de oxígeno. Los habitantes de la altura no sienten eso y en ellos hay “una modificación del sistema renina-angiotensina-aldosterona que regula la función arterial", explica la investigadora León-Velarde.
Y hay un añadido más: uno tiene que haber nacido en la altura, o haber vivido allí por años, para que aparezca esa posible barrera contra el covid-19. No va a aparecer porque huya a ciudades como Cerro de Pasco, en Perú, que está a 4.338 metros de altura. O incluso a Bogotá, la capital de Colombia, cuya altitud es de 2.640 metros. Se adquiere por nacimiento o larga permanencia.
Se espera que se complementen estos estudios para así determinar cual es la clave para combatir el COVID-19.
Arroyo Flores Oswaldo Stiven

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